Si estás dispuesta a irradiar elegancia y resplandecer con cada una de las joyas que uses el gran día, prepárate con estos consejos que harán de ti la novia que siempre soñaste. La primera regla es tomar atención a los detalles de tu cuerpo y facciones: El tamaño del cuello es básico para determinar el tipo de accesorio que llevarás. Lleva tus joyas el día de la prueba del peinado y el vestido, para que no se te escape algún detalle.
Si el escote de tu vestido es cuadrado, conviene acompañarlo por una bella gargantilla elaborada con lágrimas de brillantes, al estilo princesa.
Si el escote es redondo, alto o hasta el hombro, escoge un collar que descanse justo bajo tu garganta; no lleves la joya colgando porque quitará méritos a tu vestido.
En modelos de escotes, los strapless son los más nobles: puedes seleccionar cualquier gargantilla pesada y disimular el cuello corto; utilizar un collar en hilos de perlas blancas de agua y un par de argollas de perlas cultivadas de oro y brillantes.
Con un escote en “V”, ideal para cuellos cortos, podrás usar cualquier modelo de collar, un pendiente simple con una cadena delgada para hacerle eco a la línea en “V”, resultará apropiado.
Para estar elegante sin llamar demasiado la atención, lo mejor son unos pendientes de diamantes en forma de cascada o las clásicas perlas. Para hacer juego, una pulsera gruesa se verá bien.
Ten en cuenta que:
Si te van bien los collares, un colgante sencillo de perlas un tanto ajustado al cuello, le puede dar un toque de modernidad al look angelical.
Recuerda: Es mejor escoger lucir sencilla y mostrar buen gusto, antes de recargar tu look con accesorios de baja calidad. Todo depende de lo que decidas usar, si llevas velo o tiara; el cabello recogido o suelto; un collar o una pulsera. Decide antes el estilo que prefieres y luego escoge las joyas para que acentúen tu belleza y vayan de acuerdo al vestido, sin que compitan con el estilo general.
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